¡Sigue ganando!
por Ezequiel Lavinia
Otra vez ganamos, dimos vuelta un resultado y seguimos con aires de reforma y paz. ¡Sí! Le dimos vuelta el partido a Banfield y el equipo del Vasco sigue invicto y volviendo a ser lo que tanto nos dio: solidez, orden, sacrificio y juego asociado con un Juan Sebastián Verón entregando todo y despidiéndose de a poco con la imagen bien arriba y su fútbol total de siempre.
Sí, y eso que los jugadores que representan a nuestro club en la cancha tuvieron que jugar temiendo ser incinerados por el efecto calórico de una temperatura que bajo el techo del Estadio llegó a los ¡39 grados de térmica! Una verdadera locura climatológica que más hace disfrutar de esta victoria que nos deja bien ávidos de seguir así y preparar el nuevo campeonato frente a Newell´s el próximo fin de semana.
¿Cómo fue el partido?
El primer tiempo muy tranquilo e influído por la temperatura extrema y pesada muy Senegal: un Estudiantes de camiseta negra bien parado y tocando pero sin profundidad. ¿Banfield? Casi nada, nunca inquietó. Fin del primer tiempo, a tomar agua y 0 a 0.
En el segundo tiempo se vio lo mejor. Estudiantes mantuvo la sobriedad y dispositivo colectivo pero empezó a atacar con más ímpetu y el calor empezó a aplacar a un Banfield muy tímido. El Vasco sacó al buen defensor Sarulyte (con poco trabajo) e hizo entrar a un velocísimo Rayo Fernández dejando a la Bruja por la derecha y atrás una línea de 4 con Mercado e Iberbia en los laterales.
¿Los goles?
Puf! El primero una genialidad de La Gata y Boselli. Pisada del primero + asistencia y definición, también pisándola, de un Boselli que dejó en el camino a Lucchetti y gol.
El segundo: ¡Oh Bruja, oh! Remate violento de afuera del área del maestro y capitán que roza el arquero, pega en el travezaño y se va al córner. De inmediato, tras semejante disparo, centro desde la esquina ejecutado por el mismo y ¡gol de Mercado!.
El pincha sigue creciendo y volviendo. Los aires de paz se vuelven a sentir y el Vasco desprende tranquilidad y seriedad. Sigamos así. Solos. Contra todos.
por Ezequiel Lavinia
Otra vez ganamos, dimos vuelta un resultado y seguimos con aires de reforma y paz. ¡Sí! Le dimos vuelta el partido a Banfield y el equipo del Vasco sigue invicto y volviendo a ser lo que tanto nos dio: solidez, orden, sacrificio y juego asociado con un Juan Sebastián Verón entregando todo y despidiéndose de a poco con la imagen bien arriba y su fútbol total de siempre.
Sí, y eso que los jugadores que representan a nuestro club en la cancha tuvieron que jugar temiendo ser incinerados por el efecto calórico de una temperatura que bajo el techo del Estadio llegó a los ¡39 grados de térmica! Una verdadera locura climatológica que más hace disfrutar de esta victoria que nos deja bien ávidos de seguir así y preparar el nuevo campeonato frente a Newell´s el próximo fin de semana.
¿Cómo fue el partido?
El primer tiempo muy tranquilo e influído por la temperatura extrema y pesada muy Senegal: un Estudiantes de camiseta negra bien parado y tocando pero sin profundidad. ¿Banfield? Casi nada, nunca inquietó. Fin del primer tiempo, a tomar agua y 0 a 0.
En el segundo tiempo se vio lo mejor. Estudiantes mantuvo la sobriedad y dispositivo colectivo pero empezó a atacar con más ímpetu y el calor empezó a aplacar a un Banfield muy tímido. El Vasco sacó al buen defensor Sarulyte (con poco trabajo) e hizo entrar a un velocísimo Rayo Fernández dejando a la Bruja por la derecha y atrás una línea de 4 con Mercado e Iberbia en los laterales.
¿Los goles?
Puf! El primero una genialidad de La Gata y Boselli. Pisada del primero + asistencia y definición, también pisándola, de un Boselli que dejó en el camino a Lucchetti y gol.
El segundo: ¡Oh Bruja, oh! Remate violento de afuera del área del maestro y capitán que roza el arquero, pega en el travezaño y se va al córner. De inmediato, tras semejante disparo, centro desde la esquina ejecutado por el mismo y ¡gol de Mercado!.
El pincha sigue creciendo y volviendo. Los aires de paz se vuelven a sentir y el Vasco desprende tranquilidad y seriedad. Sigamos así. Solos. Contra todos.